Un Museo de Picasso un tanto desconocido
- Coolturamanía
- 12 mar 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 may 2019

Si nos desplazamos al norte de la Comunidad de Madrid, concretamente a la localidad de Buitrago de Lozoya, podremos hacer planes en familia o con amigos por un bajo coste. Con el Abono Transporte, tenemos la posibilidad de coger un bus desde Plaza de Castilla que en 2 horas nos deja allí y que el precio lo cubre la tarjeta. Uno de los planes más recomendados (a parte de disfrutar del buen tiempo a modo de pic-nic), es visitar el Museo de Picasso- Colección Eugenio Arias. Se encuentra instalado en los bajos del Ayuntamiento del pueblo y su dirección es Plaza de Picasso número 1.
La historia para comprender qué hacen obras de Picasso en este pueblo madrileño, es muy curiosa. Eugenio Arias, el hombre que poseía la colección, nació en Buitrago y casi toda su vida trabajó como peluquero. Con el estallido de la Guerra Civil tuvo que exiliarse a Francia y poco después se instaló a vivir a Vallauris y con él, su peluquería. Picasso por aquellos años también vivía en ese pueblo, junto con su esposa Françoise Gilot. El pintor comenzó a acudir a la barbería de Eugenio en 1948 y pronto comenzaron una amistad debido tenían algo en común: eran comunistas exiliados. Pero más allá de la política, ambos compartían momentos de la vida cotidiana: ronda en los bares, jugar a las cartas, corridas de toros… La relación se volvió compleja cuando las personas de la localidad visitaban la barbería para ver al pintor y Arias tenía que echarlos. En esos años de amistad, el malagueño le regaló desde utensilios de barbería pintados, hasta litografías. Unos regalos con mucho afecto, como el retrato que le hizo a la madre del peluquero. En 1982 Eugenio cedió su colección a la Diputación de Madrid, que no se lo pensó un segundo en hacer un pequeño museo sobre las piezas de Picasso.

Fuente: El correo de Madrid.
En el museo se hospedan 65 obras, entre ellas cerámicas, carteles o dibujos. Pero la más destacable sin duda es la caja donde Arias guardaban las herramientas utilizadas en su oficio, decorada con motivos taurinos y hecho con el pirograbado, siendo la única obra conocida de Picasso donde utiliza esta técnica. Según cuentan, varios coleccionistas de arte se le presentaron a Eugenio con un cheque en blanco para que él pusiera el precio por su caja de herramientas, pero él nunca quiso vender nada de su amigo.

Fuente propia: Cerámica con motivos taurinos.
A simple vista, abunda el tema de carácter taurino en las obras de la colección, desde rejoneo, hasta momentos trágicos, como las cogidas a los toreros. También hay un cartel anunciador de una corrida de toros en Villauris. Con ellas se muestra la pasión por la tauromaquia de Picasso y Arias. Otros de los temas son los relacionados con los problemas y derechos humanos como la paz, la libertad o la huelga, lo que nos hace ver que, aunque viven en Francia, no se olvidan de su país. Obras reflejo de ellos son el Cartel Asturias, 1963, Congreso Mundial por el Desarme General y la Paz o El prisionero y la paloma (esta última muy conocida por ser utilizada frecuentemente por Amnistía Internacional).
Sin duda alguna, un museo que merece la pena ver para conocer no solo una faceta artística más del pintor, sino ese cariño con el que hacía sus obras para un gran amigo. Eugenio Arias en el documenta «Picasso: mi amigo en el exilio» afirmó: “Me dijo un periodista alemán que nunca había visto un museo como éste porque es un museo dedicado al arte y a la amistad”. Ese periodista del que habla, no podría estar más en lo cierto, Arias ha formado en Buitrago una exposición que merece la pena ser visitada, por esas obras desconocidas con ese carácter cercano con las que las hizo.

Fuente: El Mundo. Picasso le regala a Arias la caja para utensilios con motivos taurinos.
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